La guerra en Ucrania y los confinamientos en China profundizan el caos logístico en Europa
Los embargos impuestos por la Unión Europea han afectado a puertos del bloque económico; Cierran terminales en China por el coronavirus
En Europa, la cadena logística se ha enfrentado a serias dificultades con las restricciones en los puertos chinos, provocadas por la pandemia del coronavirus, a medida que el país atraviesa nuevos confinamientos. Además, las terminales de la región están directamente impactadas por la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia.
De momento, la carga transportada en contenedores concentra los mayores efectos, pero la situación podría empeorar tras la decisión de la Unión Europea de ampliar el embargo al petróleo ruso.
Según las reglas actuales, todavía se permiten varias cargas, como alimentos y productos farmacéuticos, pero la mayoría de las compañías navieras han cortado las líneas con el país, lo que redujo drásticamente los volúmenes en contenedores. Actualmente, el bloque económico está discutiendo el sexto paquete de sanciones contra Rusia, que prevé el cese de las importaciones de petróleo y derivados, de manera gradual, para fin de año. Algunas empresas ya han restringido las compras y buscan otras fuentes de insumos, pero la fuerte dependencia de algunos países dificulta la tarea.
“Para ser realista, el conflicto con Rusia no se resolverá pronto. Quizás esta situación dure más que la pandemia de Covid-19. Porque incluso si Putin retira sus tropas de Ucrania hoy, las sanciones no se levantarán de inmediato. La confianza se ha roto y se necesitará un gran esfuerzo para reconstruirla”, dice Wim Dillen, Gerente de Desarrollo Internacional en el Puerto de Autwerp-Bruges, Bélgica.
El país es relevante para la mayoría de los puertos europeos. Un ejemplo es el Puerto de Rotterdam en Holanda, que tiene petróleo ruso como 30% de todo el crudo importado, además de 25% de gas natural y 20% de derivados del petróleo y carbón.
Si bien los resultados del primer trimestre aún no reflejan completamente la situación, se espera que el impacto se muestre en el próximo resultado, según la gerente comercial de North Sea Port, Sandra De Mey.
Por otro lado, el comercio con Ucrania también tiene un impacto relevante, aunque menor. “Ucrania nos suministra cereales para la producción de biodiesel, pero hoy los puertos están cerrados. Escuchamos que los productores están comenzando a sembrar, pero no saben si podrán exportar, porque los puertos están destruidos. Entonces tenemos que buscar otros países, como Francia, Canadá, Australia. Por supuesto, si la materia prima viene de más lejos, hay más costos”, dice De Mey.
En el caso de los productos de Rusia, esta sustitución es más compleja. “Es un proceso difícil y costoso, pero es posible encontrar otras fuentes para abastecer nuestro complejo petroquímico. El flujo de carga no desaparecerá, pero tendrá que trasladarse a otras regiones del mundo”, dice Dillen.
En los dos primeros meses de la guerra (del 24 de febrero al 24 de abril), las importaciones de petróleo ruso a la Unión Europea ya han caído un 20 % y las importaciones de carbón un 40 %. Las compras de gas natural aumentaron 20% en el período, según un informe del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (Crea).