Mujeres de la Ciudad de México exigen baños públicos dignos durante su menstruación
La falta de instalaciones adecuadas plantea problemas de higiene y comodidad para las mujeres

A pesar de la existencia de 375 baños públicos en la Ciudad de México, un sondeo realizado por El Sol de México entre 100 mujeres de 20 a 44 años reveló que el 70% de ellas se ha visto obligado a utilizar baños públicos en lugares como plazas, mercados, gasolineras y el sistema de transporte público Metro y Metrobús para gestionar su menstruación. Sin embargo, estos baños carecen de elementos básicos como agua potable, papel higiénico y limpieza adecuada, lo que plantea preocupaciones de higiene y salud en la ciudad.
En entrevistas, mujeres que participaron en el sondeo informaron que, a pesar de pagar entre 5 y 10 pesos en algunos establecimientos y en los baños del sistema de transporte público Metro y Metrobús, a menudo se encontraron con la falta de agua potable en dichas instalaciones.
La OMS y la UNICEF definen una gestión e higiene menstrual adecuada como el acceso a material limpio, capaz de absorber la sangre y su cambio en privado, con acceso a agua y jabón. La Agencia de Protección Sanitaria (AGEPSA) en la Ciudad de México supervisa la higiene en baños públicos. Su director, Ángel Domínguez, señaló la importancia de cumplir las normas sanitarias, pero también destacó la responsabilidad de los usuarios al elegir instalaciones higiénicas.
ESPACIOS DE DIGNIDAD MENSTRUAL EN LA CIUDAD DE MÉXICO
A pesar de la agencia de higiene en baños públicos en la Ciudad de México, organizaciones civiles han creado proyectos como “Punto Rojo” en el Huerto Roma Verde, un espacio gratuito diseñado para que las mujeres gestionen su menstruación de manera higiénica. La iniciativa fue impulsada por Wey Cup Despierta, una empresa que promueve la copa menstrual en México.
Laia Cerqueda, autodenominada educadora menstrual y cofundadora de “Punto Rojo”, compartió que esta iniciativa comenzó hace una década en festivales y conciertos musicales, donde se implementaban baños itinerantes para que las mujeres pudieran cambiar sus productos de higiene menstrual en condiciones higiénicas adecuadas. La idea de proporcionar espacios de dignidad menstrual evolucionó con el tiempo, y hoy en día, se trata de brindar entornos con acceso a agua potable y jabón para que las mujeres puedan realizar cambios cómodamente.
Este espacio rodeado de plantas y naturaleza ofrece a las mujeres un retrete, agua potable y un lavabo, proporcionando un entorno donde no solo pueden realizar la higiene personal, sino también limpiar sus copas menstruales y toallas de tela.
En última instancia, el proyecto Punto Rojo de Roma Huerto Verde busca expandir estos espacios a universidades, parques públicos y otros lugares en la Ciudad de México, con el fin de garantizar una menstruación digna para todas las mujeres.
INICIATIVAS PARA GARANTIZAR LA MESTRUACION DIGNA EN LA CIUDAD DE MEXICO
La organización civil “Menstruación Digna” ha implementado contenedores con toallas sanitarias gratuitas en varios lugares públicos de la Ciudad de México con el objetivo de brindar a las mujeres acceso a una menstruación digna y productos de higiene menstrual. Anahí Rodríguez, cofundadora de la organización, explica que estos contenedores se encuentran en baños públicos de escuelas, oficinas y otros espacios y buscan asegurar que las mujeres puedan gestionar su menstruación de manera adecuada. Además, la visión a largo plazo es convertir esta iniciativa en una política pública que garantice el acceso gratuito a productos de higiene menstrual en toda la ciudad.
El ejemplo de la Universidad de Vigo en España demuestra el éxito de esta iniciativa, donde la sociedad civil comenzó con la instalación de estos dispensarios, y la universidad asignó un presupuesto para mantenerlos abastecidos constantemente debido a la alta demanda. Aunque se reconoce que estos contenedores no son suficientes para una ciudad tan grande como la Ciudad de México, se consideran una herramienta valiosa para crear conciencia y eliminar el estigma en torno a la menstruación.
Además, un ejemplo destacado es la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde las alumnas han establecido un dispensario de productos menstruales y realizan donaciones mensuales de toallas y tampones. Esta iniciativa no solo dignifica la menstruación de las estudiantes, sino que también combate la pobreza menstrual en la escuela.
A pesar de estos esfuerzos de colectivos y organizaciones, las especialistas señalan que aún queda mucho por hacer en términos de políticas públicas que aseguren una menstruación digna y el acceso a productos menstruales para todas las mujeres.