Kimberly-Clark espera reducir las huellas de carbono, hídrica, forestal y plástica para el 2030

Kimberly-Clark, que fabrica productos de higiene y salud a nivel mundial, está en constante innovación para ofrecerle a sus consumidores los elementos esenciales que necesitan, mientras que al mismo tiempo protegen los sistemas naturales y la vida que  estos soportan.

En enero del 2020, la Corte Suprema condenó a CMPC Tissue y SCA por la llamada colusión del papel. Ambas compañías se asignaron cuotas de participación de mercado y fijaron precios de venta de productos entre los años 2000 y 2011.

Según Ana B. Franco, country manager de Kimberly-Clark Chile, se hicieron las investigaciones pertinentes y la empresa no tuvo participación en ello. “Nosotros seguimos asegurando que todo nuestro equipo tenga las reglas absolutamente claras sobre la forma de hacer negocios”, afirmó

En conversación con Empresas 2050, la ingeniera sostuvo que, en Kimberly-Clark, siempre han tenido “criterios absolutamente críticos en la forma de hacer negocios”. “Nos aseguramos de que el equipo esté muy bien entrenado en todos los contactos que tienen con nuestros clientes y stakeholders en general”.

Después de la colusión del papel, las empresas que pertenecen a esta línea de negocio debieron recuperar a sus consumidores. “Siempre estamos preocupados de las nuevas necesidades de los clientes y asegurándonos de que traemos productos (…) que le aseguren la mejor calidad de vida”, recalcó Franco.

PASOS HACIA LA SOSTENIBILIDAD

Las grandes empresas, desempeñan un rol fundamental ante el cambio climático. Kimberly-Clark, se enfrenta a una serie de desafíos debido a los productos que fabrica, pero se ha comprometido con acciones estrictas para frenar su avance. Entre ellas destacan reutilizar el 100% los residuos que dejan sus productos al momento de su fabricación, y de reducir al 50% sus emisiones y plástico.

“Teníamos un plan de sustentabilidad al 2022 con metas bastante agresivas (…) pero fuimos aún más ambiciosos con el plan de sustentabilidad que lanzamos en agosto de 2020, con metas para el año de 2030, donde buscamos reducir las huellas de carbono, hídrica, forestal y plástica. Y tenemos en toda la cadena de producción de nuestros productos, utilización de ingredientes seguros y transparentes para impactar positivamente a las comunidades vulnerables”, afirmó Franco.

Por último, la empresa tiene un gran desafío frente al manejo de los desechos como los pañales o toallas higiénicas, a lo que Franco expresó: “Más del 90% de nuestros productos no son enviados a rellenos sanitarios. Nuestro compromiso es que para 2030 podamos reducir al 50% el consumo de plástico y que un 75% del material que están en nuestros productos sea biodegradable o pueda ser recuperado”.

“Nuestra misión es hacer vidas mejores y eso incluye asegurar que estamos protegiendo el medio ambiente. Entonces, aún es un desafío en toda la cadena productiva, desde la disponibilidad de nuestros proveedores, para asegurar que podemos cumplir con la meta que nos propusimos”, concluyó.