Equidad menstrual: Un desafío que debe ser atendido por la población chilena para un mayor progreso
Por Gonzalo Díaz, Managing Director Hygiene CGs Chile, Essity
En el marco del Día Internacional de la Niña que se conmemora este 11 de octubre, hay un tema cuyo abordaje y atención son ineludibles: la equidad menstrual.
Hoy en día se calcula que la pobreza menstrual, caracterizada por la falta de acceso a productos básicos de gestión menstrual, una educación adecuada, instalaciones con condiciones mínimas de salubridad y democratización de servicios higiénicos, afecta a más de 500 millones de personas, particularmente a las menores de edad en países en vías de desarrollo.
En Chile, el Estado se ha propuesto garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, con miras hacia la Agenda 2030 en Sostenibilidad. Sin embargo, de acuerdo con el Primer estudio de gestión menstrual en la población hipervulnerable realizado por el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC), un 44% de las personas menos favorecidas en el país no posee productos para cubrir las necesidades de la menstruación.
Estas carencias son particularmente importantes si las trasladamos a la realidad educacional por el impacto que puede tener en los procesos de formación de las niñas.
Para empezar a abordar esta problemática, una de las propuestas es empezar “por lo básico”, normalizar la menstruación y romper tabús alrededor del cuerpo porque en la sociedad aun, persiste el desconocimiento sobre este tema. El Reporte de Salud e Higiene de Essity 2023 muestra que un 45% de los encuestados carece de conocimientos sobre el período menstrual, lo que incrementa las posibilidades de que tengan hábitos poco saludables, y que persistan conceptos erróneos y actitudes negativas que pueden acabar provocando acoso escolar e incluso violencia de género.
Dado este contexto, las soluciones deben estar amparadas por políticas públicas que permitan hacer frente al problema, de forma multidimensional. Por una parte, es importante generar espacios de educación que incluyan a toda la población estudiantil, hombres y mujeres, para romper tabúes y normalizar la conversación entre los adolescentes y los más pequeños.
Por otra parte, es fundamental impulsar la innovación y las iniciativas destinadas a crear conciencia sobre la brecha de género en la salud. Una de estas iniciativas es la Encuesta del Insomnio en el Periodo Menstrual (Periodsomia) realizada a nivel global, donde se investiga cómo la menstruación afecta el descanso de las mujeres. Allí se descubrió que existe una desigualdad significativa en lo que respecta al sueño, ya que las mujeres pierden cerca de 5 meses de sueño a lo largo de su vida debido a la menstruación. Por eso Nosotras®, marca de protección femenina de Essity, desarrolló una nueva tecnología en su nuevo portafolio nocturno para que las mujeres tengan noches de mayor bienestar.
También es fundamental entregar subsidios o productos de higiene menstrual de calidad, innovadores y accesibles, en especial a los segmentos más necesitados; incrementar los espacios en los baños para proporcionarles mayor privacidad a las estudiantes; y establecer dinámicas orientadas a erradicar el bullying en los establecimientos educacionales. Para esto es clave involucrar a hombres y niños como aliados y abordar actitudes y comportamientos estereotipados que son factores cruciales para lograr avances hacia la igualdad de género.
Esto no es algo nuevo. En nuestro país ya se han realizado campañas para disminuir la pobreza menstrual y el ausentismo relacionado a ella en la etapa escolar. Una de las últimas fue la implementada por el exalcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, quien en 2021 dispuso de dispensadores de productos de higiene menstrual en todos los colegios municipales de su comuna, por lo que no habría razón por la cual no replicar esta iniciativa en otros sectores.
Desde Essity, como empresa líder mundial en higiene y salud, estamos comprometidos con este tema y por ello asumimos la responsabilidad de no sólo ofrecer productos, sino también contribuir con soluciones. Una muestra de ello ha sido la implementación de nuestra campaña de colegios de Nosotras, la cual funciona hace 10 años. Como parte de esta iniciativa, dictamos charlas educativas sobre menstruación, pubertad y cambios del cuerpo, y hemos alcanzado a más de cien mil escolares cada año, incluyendo niñas, niños y adolescentes.
Estos aportes, sumados a otras iniciativas, ayudan a promover la equidad menstrual. Estamos convencidos de que invertir en la salud y el bienestar de las mujeres y niñas es crucial para avanzar en la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y además proporciona retornos de inversión incomparables para mejorar la salud de la sociedad en su conjunto, e impulsar la prosperidad de las comunidades, y el desarrollo social y económico del futuro.