UPM Pulp apoya los objetivos climáticos a través de la producción sostenible
La empresa expresó que la fibra renovable y reciclable es la materia prima del futuro.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de cambios generalizados, rápidos y parcialmente irreversibles del clima, según el sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
La magnitud de estos cambios depende especialmente de cómo las empresas puedan limitar las emisiones de dióxido de carbono en el futuro. La mitigación del cambio climático requiere acciones y decisiones aún más urgentes para lograr los objetivos de reducción de emisiones. “Limitar el uso de combustibles fósiles es el medio más importante para abordar el cambio climático”, comenta la empresa.
UPM está comprometida con acciones concretas en la lucha contra el cambio climático. La compañía se ha fijado ambiciosamente el objetivo de reducir sus emisiones de CO2 de los combustibles y comprar electricidad en un 65% con respecto a los niveles de 2015 para 2030. Este objetivo está aprobado por la iniciativa Science Based Target (SBTi) y en línea con el Acuerdo de París, que tiene como objetivo limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados.
Actualmente, se está desarrollando una nueva herramienta para informar sobre el consumo de energía y las emisiones de CO2 de las fábricas de celulosa, y así poder ayudar a alcanzar el objetivo de la empresa de reducir las emisiones en un 65%. La herramienta ayuda tanto a sitios comerciales como individuales al proporcionar datos en tiempo real sobre sus emisiones y ofrecer un sistema transparente de presentación de datos a los clientes y otras partes interesadas.
PRODUCCIÓN EFICIENTE
Las plantas de celulosa de UPM son instalaciones modernas y extremadamente eficientes energéticamente que producen mucho excedente de energía limpia, principalmente a partir de biomasa renovable. La mayor parte de la energía en la producción de pulpa se genera mediante la quema de licor negro a base de biomasa, un subproducto del proceso de producción. “Los combustibles fósiles han sido reemplazados por biocombustibles, y estamos continuamente buscando alternativas para los combustibles no renovables restantes”, comenta la empresa en su página web.
Por otro lado, el excedente de corteza sobrante de la producción de pulpa dentro de UPM se vende a los productores de energía. “La proporción de energías renovables de toda la energía utilizada en nuestras fábricas de celulosa es de alrededor del 95%. Nuestro molino Pietarsaari ya ha alcanzado un nivel en el que no se utilizan combustibles fósiles durante las operaciones estándar”, explican.
Las fábricas de celulosa de UPM generan vapor y electricidad simultáneamente en plantas combinadas de calor y energía (CHP). Kari Saari de UPM, Gerente Senior de Sistemas de Gestión y Sostenibilidad, dice que “la tecnología de las fábricas de celulosa se ha vuelto más eficiente energéticamente a lo largo de los años”.
«Anteriormente, por ejemplo, la antigua generación de calderas de recuperación no podía generar suficiente energía para que todo el molino se integrara, por lo que se necesitaba una caldera de energía separada para producir energía de vapor. Hoy en día, las calderas de recuperación modernas pueden producir más energía a una presión y temperatura más altas con menos combustible. Todas las plantas de celulosa UPM venden energía excedente limpia al mercado de la energía, lo que ayuda a reemplazar la electricidad generada a partir de fuentes fósiles», dice Saari.
OPORTUNIDADES DE MEJORA
Como ejemplos de mejora de la eficiencia energética de las fábricas de celulosa, Saari dice que son la evaporación de efecto múltiple para eliminar el agua del licor negro, que utiliza menos energía, y el desarrollo de equipos de proceso más eficientes en toda la línea de fibra.
Las auditorías energéticas, llevadas a cabo regularmente desde 1997, las nuevas innovaciones y la red interna de eficiencia energética de UPM, ha ayudado a la empresa a alcanzar sus objetivos energéticos en la práctica. Hoy en día, todas las fábricas de celulosa UPM están certificadas según la norma energética ISO 50001, lo que ayuda a mejorar aún más su gestión energética. El objetivo de UPM es mejorar la eficiencia energética en un 1% cada año.
Saari señala que las emisiones de los productos de origen y las materias primas, y las emisiones que provienen de su transporte, pueden verse afectadas mejor seleccionando sabiamente socios que compartan valores comunes con UPM. “Hacia una cadena de suministro neutra en carbono, la empresa se ha fijado el objetivo de reducir sus emisiones en la cadena de suministro en un 30% con respecto a los niveles de 2018 para 2030”.
«Actualmente estamos en conversaciones, por ejemplo, con nuestros principales proveedores de productos químicos sobre sus objetivos de reducción de emisiones y su preparación para informar sobre las emisiones. Al mismo tiempo, tenemos un proyecto en curso con el objetivo de crear un sistema uniforme de notificación para calcular las emisiones de CO2 durante la fabricación de un producto (de la cuna a la puerta)», explica Saari.
ALTERNATIVAS PARA PRODUCTOS FÓSILES
Tanto la gestión forestal sostenible como la innovación de productos nuevos y climáticamente positivos apoyan los objetivos relacionados con el clima. En opinión de Saari, UPM responde al objetivo fundamental del desarrollo sostenible: “ajustar nuestras acciones a la capacidad de carga del medio ambiente”.
La producción de pulpa es parte de la economía circular, donde el valor de los materiales se devuelve al ciclo del producto. En este sentido, el molino Kaukas en Lappeenrante es un buen ejemplo: sus residuos de producción se utilizan como materia prima, por ejemplo, para diesel, nafta, trementina, brea y bisulfito de sodio a base de madera.
«La pulpa es mucho más que simplemente una materia prima para el papel. Es realmente un material del futuro, donde solo el cielo es el límite de las formas en que se puede utilizar. Por ejemplo, la pulpa proporciona una alternativa al uso de plástico en envases y, entre otras cosas, actualmente se está investigando su uso como fibra textil y en materiales y productos compuestos para la industria química», señala Saari.