Tras una inversión de 7 millones, Ence comenzará a utilizar agua de una depuradora

Después de que el río Lérez se viera especialmente afectado por la sequía de este verano, que provocó la paralización de la planta de celulosa de Ence en Pontevedra, España, la compañía completará una inversión de siete millones de euros en los sistemas necesarios para usar agua del afluente de la depuradora de Os Praceres.

La semana pasada, la Xunta de Galicia autorizó a la empresa a realizar la prueba piloto para determinar la viabilidad técnica de utilizar el efluente de la depuradora de Os Praceres para garantizar su actividad en futuros episodios de sequía. En esta fase, la planta no podrá superar sus límites de caudal, señala el Diário de Pontevedra.

Ence ha comunicado formalmente a la Xunta que el próximo 4 de noviembre comenzará la prueba piloto de tres meses con los efluentes de la depuradora. La intención es probar estas aguas en paralelo a la puesta en marcha completa de la fábrica, que tendrá lugar en torno a la segunda semana de noviembre.

La inversión incluye la regeneración del agua de la EDAR y la mejora del sistema de depuración propio de la planta. A este dinero se suman los 500.000 euros necesarios para reparar el gasoducto, deteriorado en los últimos meses.

La actividad de la biofábrica de Pontevedra está suspendida desde el pasado 20 de julio por la caída del caudal del río Lérez (del que se abastece la instalación) por debajo de su caudal ecológico.

Alcanzar el pleno funcionamiento del complejo fabril costará aproximadamente 30 millones de euros, según los cálculos que se dieron a conocer en las últimas cuentas públicas de la compañía.

Ence ya declaró en el tercer trimestre del año que el cierre de su biofábrica gallega a causa de la sequía restó alrededor de 31 millones a su EBITDA durante este último ejercicio contable.