Lucart crecer aún más tras la crisis del COVID-19
La empresa, fue capaz de adaptarse a las necesidades generadas por la pandemia y de forma moderada, logró mantener su crecimiento, que ya ha vuelto a la normalidad.

Lucart, es una multinacional italiana, con más de 65 años de historia y presencia en más de 70 países. Se instaló en el País Vasco hace tres años con un proyecto de futuro, con el que ha logrado crear nuevos empleos y resucitar las antiguas plantas productivas del grupo CEL.
La multinacional familiar italiana, líder en Europa en la producción de papeles tissue (papel higiénico, de cocina, servilletas, etc.), cuenta con tres plantas en Euskadi, desde las que produce y distribuye más de 50.000 toneladas de papel al año.
Específicamente, en las plantas que tiene en Artziniega (Álava) y Aranguren (Bizkaia) fabrica papel higiénico, bobinas y toallitas secamanos, bobinas industriales y papel camilla para los sectores ganadero, industrial, mantenimiento, retail, Horeca, sanitario, alimentario y estética; y desde el almacén situado en Güeñes (Bizkaia) distribuye sus productos en toda la Península Ibérica.
Como consecuencia de la pandemia generada por el COVID-19, y “por la escasez de producto y materia prima”, la firma tuvo que reorientar su producción y mercados el pasado año, explica Daniel Relloso, director de ventas para el mercado ibérico. Así, “debido al creciente uso de jabones para mantener la higiene de manos”, Lucart incrementó la fabricación de los productos dirigidos al secado de manos y, por otro lado, “la producción del producto enfocado a hostelería y hoteles, por ejemplo, disminuyó”, dada la obvia reducción de la demanda.
De esta forma, impulsaron sus gamas de productos dirigidas “a los mercados y servicios que permanecieron abiertos, como la industria, el sector médico, los geriátricos y los colegios”, la empresa consiguió “compensar con creces el negocio tradicional dirigido al sector Horeca para que además, cuando se reactive, tengamos un crecimiento mayor”; un crecimiento que a causa de la crisis se ha reducido, aunque los resultados obtenidos “fueron buenos”. De hecho, la empresa ya ha “recuperado pedidos y tenemos un crecimiento de dos dígitos, que es lo que teníamos previsto el año pasado”, afirma.
El objetivo de la compañía es que el 90% del producto que se vende en el mercado ibérico sea producido en Euskadi, a través de un proceso de fabricación “en línea de eficiencia energética y de regeneración de residuos”, explica Relloso. En este sentido, destaca que “la sostenibilidad es una de las señas de identidad” de la empresa, que aplica modelos de producción y negocio inspirados en los principios de la economía circular “para contribuir de forma activa al futuro del planeta”.
En los últimos ocho años el grupo ha conseguido evitar 170.000 toneladas de emisión de CO2 a la atmósfera, relacionadas con el reciclado de envases tetrapak.
Igualmente, Lucart también trabaja “con proveedores locales, tratando de que la materia prima venga de entornos cercanos, que sea de kilómetro cero”, aunque, al igual que ocurre con algunos productos específicos y de valor añadido, resulta inevitable acudir al extranjero, ya que “la maquinaria es tan específica que los especialistas están en otros países, sobre todo en Italia”.
Relloso detalla que en los últimos tres años, la firma ha invertido más de 20 millones de euros “para desarrollar nuevas líneas de producción y mejorar las existentes. Además, también hemos enfocado las inversiones en la readaptación de las máquinas, en la mejora de eficiencia y calidad del producto final, y en aspectos de sostenibilidad”.
Este verano, Lucart ha lanzado una nueva línea automática para la fabricación de toallas secamanos, en la que se han invertido cuatro millones de euros. Se trata de maquinaria innovadora, “de última generación, capaz de producir el doble que una máquina tradicional, debido a que tiene dos líneas separadas de desbobinado”.
En esta línea, el grupo considera prioritario seguir invirtiendo en las plantas de Euskadi, por lo que actualmente está trabajando en el plan estratégico a cinco años que evidencia su apuesta decidida por un proyecto de futuro en el País Vasco, donde emplea a 224 personas tras lograr reordenar los activos productivos que adquirió en 2018.
Iñigo Urkullu y la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, visitaron a finales de julio la planta de Lucart en Artziniega, con motivo de la inauguración de una nueva línea de producción. Junto a ellos compareció el CEO de la compañía, Massimo Pasquini, quien agradeció a las instituciones vascas ”su cercanía desde los primeros momentos”. Asimismo, expresó que “la situación del País Vasco es estratégica para la compañía desde el punto de vista logístico por su buena conexión con los mercados ibérico, francés, e inglés”, por lo que se comprometió a “continuar invirtiendo en nuestras plantas del País Vasco”.
Tras una breve reunión, Urkullu, reconoció “la actitud positiva que representa” la inversión de la compañía desde su desembarco en Euskadi, y que supone “una apuesta por la capacidad industrial, la internacionalización y el empleo en esta comarca”. Asimismo, resaltó que “Lucart es un referente en el modelo de producción sostenible y responsable”, ya que optimiza el uso de las materias primas y reduce el desperdicio en la fabricación de papel, transformándolo en nuevos recursos”.
La suma de inversión, tecnología, digitalización y sostenibilidad ambiental mejoran la competitividad de la empresa. Estos son, precisamente, los ejes que van a contribuir a un modelo de desarrollo económico inclusivo y sostenible, en línea con el compromiso de la empresa con “Basque Green Deal”.