Los productores de celulosa ven con optimismo el corto plazo ante el aumento de los precios

El precio de la celulosa experimentó un aumento significativo a lo largo de 2022 y, aunque tomó la dirección opuesta en 2023, con una caída a principios de año, durante el tercer trimestre retomó la tendencia alcista. Algunos de los factores que influyen en este movimiento incluyen la reducción del 4% en la producción de la empresa brasileña Suzano y la recuperación de la demanda china.

Según Rodrigo Godoy, gerente de Investigación de Renta Variable de Credicorp Capital, aún se suman a este escenario “paradas no programadas de fábricas y una demanda dinámica de China, después de dos años de contracción en sus importaciones”. El ejecutivo también destaca que las empresas siguen siendo “optimistas” sobre la evolución de los precios a corto plazo, especialmente después de haber experimentado altos costos de flete marítimo y de producción.

 

Sin embargo, según el economista, a mediano plazo existe una mayor precaución, dado el aumento de las capacidades con la nueva fábrica de Suzano, el Proyecto Cerrado. A pesar de esto, las perspectivas son “favorables”, ya que no hay otra fábrica en una etapa avanzada de construcción para el próximo año y la demanda debería seguir creciendo.

A largo plazo, este escenario podría cambiar nuevamente con la nueva planta de Arauco en Brasil, el Proyecto Sucuriú, y la primera fábrica de celulosa de Paraguay, Paracel.

IMPACTO

El aumento de los precios beneficia a las empresas de la región, especialmente a Suzano y CMPC. Aunque la incertidumbre global y la inflación son preocupaciones, se espera que el crecimiento del precio de la materia prima tenga un impacto positivo en la economía regional.

Sin embargo, se anticipa que el precio se trasladará a productos finales como el cartón, el papel tisú y los productos de higiene, como pañales desechables y toallas femeninas.