Los Desafíos de ESG y la Industria Tissue: “Quem tudo quer, nada tem”

Recientemente, tuve el honor de participar en un Summit de la industria tissue donde se debatieron a fondo los desafíos y oportunidades relacionados con el ESG (Environmental, Social, and Governance, por sus siglas en inglés). Este evento nos brindó una visión profunda sobre cómo nuestras operaciones afectan a la sociedad y cómo podemos generar un impacto positivo en un mundo en constante cambio.

El ESG se está convirtiendo en el estándar de la gestión empresarial. Busca medir y reportar de manera integral cómo nuestras acciones impactan en el medio ambiente (E), en las comunidades locales y la sociedad en general (S), así como en nuestras prácticas de gobierno corporativo (G). En resumen, estamos hablando de ampliar nuestro conjunto de Indicadores Clave de Desempeño (KPI) para abarcar aspectos que trascienden los puramente financieros.

Sin embargo, nos encontramos ante un desafío crucial: ¿Cómo podemos incorporar nuevos KPI de manera efectiva sin perder el rumbo? Todos entendemos la importancia de centrarnos en unos pocos indicadores clave para guiar nuestras empresas en un mundo complejo y competitivo. Como dice el refrán, “el que mucho abarca, poco aprieta”.

En el caso del ESG, nos enfrentamos a un riesgo similar, como dicen nuestros colegas brasileños: “Quem tudo quer, nada tem” (“Quien lo quiere todo, no tiene nada”). ¿Cómo evitamos la trampa de querer abarcar demasiado y lograr muy poco en términos de ESG?

La respuesta primero debería encuadrarse dentro del propósito de cada empresa, en el caso de FPC Tissue, “Nuestro papel es desafiarnos día a día por llevar la calidad al alcance de todos” y a partir de ahí concentrar los esfuerzos en los desafíos más críticos, donde podemos marcar la diferencia. Sin lugar a duda, la dimensión ambiental (E) debería ser el número uno en nuestra lista, donde la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), es una amenaza innegable y con un amplio consenso científico como causante del cambio climático, y posiblemente el mayor desafío que enfrenta la humanidad.

En nuestra industria tissue, las máquinas papeleras emiten aproximadamente 1.3 toneladas de CO2 por cada tonelada de papel tissue producido, según un estudio reciente presentado por el fabricante de máquinas papeleras Andritz. Por lo tanto, el primer KPI que debemos considerar es cuánto emite cada uno de nosotros en la industria. Además, debemos medir el consumo de energía por tonelada producida y el porcentaje de energía renovable utilizada, dado que la quema de combustibles fósiles es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de CO2 en el mundo. Según el mismo estudio de Andritz, hemos logrado avances significativos en la reducción de emisiones de CO2, cercanas al 20%, y una disminución del consumo energético del 15%. Esto demuestra que, como industria, estamos avanzando en la dirección correcta.

Otro factor crucial que podría marcar la diferencia es la oportunidad de desarrollar productos más densos y con más metros de papel. Aunque esto pueda parecer en conflicto con las preferencias de los consumidores que buscan productos más voluminosos, si abordamos esta oportunidad con valentía como industria o como líderes de mercado, podríamos reducir significativamente las emisiones de GEI. Aunque en el mismo Summit vimos tecnologías que van en dirección contraria, como las que inflan el papel y consumen más energía (que no vamos a mencionar, pero todos saben de lo que hablamos), debemos reflexionar sobre la dirección que deseamos tomar como industria. Es necesario un acuerdo de la industria o un líder audaz que dé el primer paso, esperando que el resto lo siga. En países como Chile, el transporte carretero de carga representa aproximadamente el 11% de las emisiones de GEI, siendo el CO2 el principal culpable. Si desarrollamos productos más densos y con más metros, podríamos reducir entre el 30% y el 35% de los movimientos de camiones en todo el país, lo que se traduciría en una disminución significativa de emisiones y un menor uso de envases de polietileno y cajas de cartón.

Este es un desafío audaz para nuestra industria, pero es esencial si deseamos contribuir de manera significativa a la lucha contra el cambio climático. Como líderes de la industria tissue, tenemos la responsabilidad y la capacidad de dar forma a un futuro más sostenible y responsable. Al centrarnos en los KPI adecuados, como la reducción de GEI, y en el desarrollo de productos más densos, podemos marcar la diferencia y liderar el camino hacia un mundo mejor para todos.