Kimberly-Clark instala un biorreactor en Puente Piedra, Perú

Para el año 2030, Kimberly-Clark tiene como objetivo abordar los desafíos sociales y ambientales de la próxima década con compromisos para mejorar la vida y el bienestar de mil millones de personas en comunidades desatendidas de todo el mundo con la menor huella ambiental. Por eso, se esfuerza año tras año en llevar a cabo estrategias y así poder alcanzar los objetivos de sostenibilidad.

Una de las estrategias que la empresa puso en marcha, fue la instalación de un biorreactor en Puente Piedra, Perú. Dicha instalación, de última generación, recicla el agua y, al hacerlo, reduce el uso de agua dulce en la producción de sus productos en casi un 40% en la instalación.

Kimberly-Clark entiende que un enfoque sólido y duradero en la protección de los sistemas naturales es igual de esencial para ayudar a la gente a vivir una vida mejor. Para ello, la empresa se centra en las áreas en las que puede marcar la mayor diferencia: el clima, los bosques, el agua y los plásticos.

“Las comunidades donde trabajamos y vivimos, nuestros clientes y consumidores inspiran a nuestros equipos en todo el mundo a cumplir con nuestro compromiso de brindar una mejor atención para un mundo mejor. Eso significa proporcionar la mejor atención posible a través de nuestros productos esenciales, todo mientras salvaguardamos los sistemas naturales y minimizamos nuestro impacto en el planeta”, comentó la empresa en una nota en LinkedIn.

Los esfuerzos del equipo de Kimberly-Clark, contribuirán en gran medida a lograr el objetivo de reducir la huella hídrica en áreas con estrés hídrico en un 50% para 2030. “Estos tiempos extraordinarios nos recuerdan por qué nuestro propósito es más importante que nunca, y cómo los valores que nos han guiado durante casi 150 años continúan dando forma a nuestra respuesta a los desafíos que nos esperan”, sostiene Mike Hsu, presidente y director ejecutivo de Kimberly-Clark.