Ence certifica con la verificación SURE la biomasa de sus plantas
Su apuesta ayuda a la descarbonización, a la economía circular y al desarrollo del mundo rural
Ence Energía y Celulosa, mejor conocida simplemente como Ence, es una empresa española con domicilio social en Madrid, dedicada a la transformación de madera procedente de cultivos forestales para uso industrial.
Ence es la primera empresa europea en certificar con la verificación SURE la biomasa con la que genera energía renovable en sus plantas de energía y en sus biofábricas de celulosa. La biomasa es el nombre que recibe toda la materia orgánica natural, desde madera hasta restos agrícolas y forestales, utilizada para generar energía renovable.
“La producción de energía renovable con biomasa agroforestal viene a completar nuestra visión sobre la sostenibilidad y la importancia de caminar en la senda de la economía circular, la bioeconomía y la descarbonización, de la mano de la producción de celulosa”, expresa Felipe Torroba, CEO de Ence Energía.
SURE es una herramienta desarrollada para asegurar el cumplimiento de las exigencias de la Directiva de Energías Renovables de la UE de 2018. En ella se establecen los criterios que han de cumplir todas las biomasas empleadas en el sector de la bioenergía.
Tres de las ocho plantas generadoras de energía renovable de Ence y una de sus dos biofactorías productoras de celulosa de eucalipto ya se nutren de masa agrícola y forestal certificada. Sin embargo, las ocho plantas de Ence generan 253 MW de energía renovable, a los que se suman otros 112 MW de cogeneración sostenible derivados del proceso de producción de celulosa en las biofábricas de Navia y Pontevedra.
“Pensamos que la energía eléctrica renovable con biomasa está llamada a desempeñar un papel clave en la transición energética y en el proceso de descarbonización. Se trata de la única fuente renovable que, además, es gestionable y que, por lo tanto, no depende de las circunstancias meteorológicas. Además, es capaz de dar respuesta al sistema para adaptarse a los picos y valles de la demanda eléctrica, de tal modo que actúa como almacenamiento energético”, reflexiona Torroba.
El siguiente (y reciente) paso ha sido la obtención del sello SURE, que ha sido diseñado por REDcert (empresa alemana con experiencia en la certificación de sostenibilidad de biocarburantes) y Bioenergy Europe, la asociación europea de la bioenergía. Este sello, verifica la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la eficiencia energética o un correcto balance de masas.
La actividad de Ence representa un ejemplo paradigmático de economía circular, tanto en las biofábricas de celulosa, que se autoabastecen con la energía producida a partir de la madera que no se emplea para la pasta de papel (corteza y lignina, fundamentalmente), como en las plantas de energía renovable, que utilizan como materia prima los restos de la actividad agroforestal. “Cerramos, así, un círculo virtuoso”, subraya Torroba, que defiende la búsqueda de un aprovechamiento integral de los recursos, tanto madereros, en el monte, como de los restos agrícolas, en el campo. E insiste en que competitividad y sostenibilidad van de la mano, y en que la creación de valor y riqueza sostenibles para el entorno conlleva la creación de valor como compañía.
Más allá de lo que está pasando dentro de las plantas de la empresa, también repercute lo que pasa a lo largo y ancho de su cadena de valor, desde que los restos vegetales son recogidos hasta que se valorizan y transforman en energía. “Transmitimos nuestra visión de sostenibilidad a todos los actores de la cadena de valor con los que colaboramos, que han de regirse por los mismos criterios de sostenibilidad con los que trabaja la empresa”, declara, rotundo, Torroba.
Ence con su pionero Decálogo para la Sostenibilidad de la Biomasa como Combustible, comenzó este proceso en 2017, para garantizar una total sostenibilidad en la utilización de la biomasa y el cuidado del medio ambiente en su aprovechamiento como fuente de energía. El decálogo establece cuáles han de ser los principios de actuación en relación al uso de la biomasa, identificando qué tipos de materiales y en qué condiciones pueden ser usados para la generación de energía.
Hasta el día de hoy, la empresa española ya ha llevado a cabo formaciones a propietarios y suministradores sobre su decálogo de la sostenibilidad de la biomasa, y ahora los ayuda a implantar el esquema de certificación SURE. “Desarrollamos una labor de transmisión de los principios que forman parte de nuestro ADN”, sostiene Torroba.
DECÁLOGO DE ENCE PARA LA SOSTENIBILIDAD DE LA BIOMASA COMO COMBUSTIBLE
- Respetará el entorno natural: la gestión de la biomasa será respetuosa con los recursos naturales y no producirá daño al entorno.
- Será compatible con las prácticas agrícolas y silvícolas sostenibles.
- Ence no utilizará como combustible madera en rollo de más de 10 centímetros de diámetro, salvo que su única posibilidad de consumo sea el uso energé
- Respetará los usos prioritarios de la biomasa, y no competirá con otros posibles usos industriales.
- No utilizará biomasa que compita en recursos con la alimentació
- No competirá con usos ganaderos de la biomasa.
- La gestión de la biomasa se acometerá siempre con respeto a la legislación, los derechos humanos y de las comunidades.
- A fin de minimizar el impacto ambiental, Ence aplicará las mejores prácticas en el aprovechamiento, transporte, tratamiento y almacenamiento.
- Minimizará la emisión de carbono: considerará el balance de emisiones de gases de efecto invernadero en todo su ciclo de vida.
- Perseguirá siempre la mayor eficiencia energética con criterios de sostenibilidad, mediante tecnología para el aprovechamiento del calor residual de sus plantas para otras industrias y usos locales.