Celulosa Argentina enfrenta crisis y reclamos salariales
Tras la venta de la histórica papelera por un dólar y la paralización de las plantas, empleados exigen certezas sobre su futuro mientras la empresa enfrenta deudas millonaria

Celulosa Argentina atraviesa una grave crisis: más de dos meses sin que sus trabajadores perciban salarios y con las plantas paralizadas, los empleados reclaman certezas sobre su futuro laboral. La histórica empresa, recientemente adquirida por el empresario Esteban Nofal por apenas un dólar, continúa sin retomar la producción, pese a la apertura de un concurso preventivo para reestructurar una deuda de USD 128 millones.
Las plantas de Zárate (Buenos Aires) y Capitán Bermúdez (Santa Fe) mantienen únicamente guardias mínimas de mantenimiento, mientras el resto del personal permanece en licencia forzada. Según la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, que representa a los trabajadores de la compañía, “la situación es desesperante. No cobramos las quincenas ni los aumentos paritarios acordados y desconocemos cuándo volverá la producción”.
En la última audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, la nueva administración aseguró que no se prevén despidos y manifestó su intención de pagar los sueldos atrasados y retomar las operaciones “lo antes posible”. Sin embargo, las autoridades sindicales advirtieron que las promesas se repiten sin plazos concretos y que la reactivación depende de la autorización judicial para liberar fondos.
El gremio señaló además que, pese a los compromisos, los empleados continúan sin percibir sus haberes y las máquinas permanecen detenidas. “No hay inversión ni plan de producción claro”, indicaron, y no descartaron medidas de fuerza si no se observan avances en los próximos días.
La crisis de Celulosa Argentina se remonta a meses atrás. En mayo, la compañía entró en default y en junio presentó una propuesta de reestructuración de su deuda, que aún no ha cerrado con todos los acreedores. Entre los reclamos judiciales se encuentra un pedido de quiebra por parte de la empresa Tecmaco Integral, debido a una deuda de 17 millones de pesos por servicios impagos.
Según el último balance presentado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), la papelera registró pérdidas por 172.634 millones de pesos al 31 de mayo, con una caída del 44% en los ingresos interanuales y un patrimonio neto negativo.
Los trabajadores, con años de antigüedad en la empresa, temen que la prolongada paralización derive en despidos masivos o en el cierre definitivo. Desde la base gremial advirtieron que la venta por un dólar podría ser “el primer paso hacia el vaciamiento” de la compañía.
Mientras tanto, la nueva administración sostiene que su objetivo es “recuperar el equilibrio financiero y asegurar la continuidad operativa”. Sin embargo, para los obreros, la urgencia inmediata es otra: volver a percibir sus salarios y reanudar la producción.