Apostando por ESG, Suzano reinventa la forma de utilizar la fibra de los árboles

El gigante de la pulpa Suzano ha estado pasando por un proceso de reflexión y reinvención en los últimos meses. La empresa tiene actualmente el 82% de sus ingresos de más de R$ 30 mil millones en las aproximadamente tres mil toneladas de celulosa que comercializa al año y el resto en papel. Con la pandemia, anticipó el futuro y, mirando hacia adentro, descubrió una multitud de nuevas oportunidades.

El presidente de la empresa durante nueve años, Walter Shalka dice que Suzano ha redescubierto su propósito. “Podemos hacer mucho más. El propósito de Suzano es renovar la vida del árbol ”, dice. Para él, sin embargo, el término más apropiado por el momento es “revelación”. “Porque el propósito siempre estuvo ahí”, explica.

Con “ahí”, Schalka se refiere a los 2,5 millones de hectáreas de tierra en Brasil, de las cuales 1,8 millones están cultivadas. La empresa planta 500.000 plantones por día, alcanzando la marca de un árbol nativo cada dos minutos.

El proceso es muy innovador: los árboles plantados reciben un GPS para su seguimiento. Con el uso de drones, es posible monitorear todos los bosques. “La digitalización ocurre en todas partes, se introduce en la vida cotidiana”, dice el ejecutivo.

Hoy, Suzano sintió la necesidad de ampliar su cartera con el empeoramiento de las perspectivas para la pulpa. El escenario se debe al bajo consumo y al continuo declive del papel blanco para imprimir y escribir en el mundo, lo que no se compensa con la mayor demanda de productos absorbentes desechables como papel tissue y artículos de cuidado personal.

El primer plan de la compañía para utilizar fibra de árboles de una manera nueva es lo que Schalka llama el tejido del futuro. Hoy en día, la mayoría de la ropa está hecha con telas a base de plástico, como la poliamida. Así como la pajita de plástico se descartó en el mundo, la empresa cree que, pronto, el tejido del árbol, así como la viscosa, reemplazarán al tejido que proviene del aceite.

Una asociación con el fabricante finlandés de materiales sostenibles Spinnova promete sacar el proyecto del papel. “Estamos en el lado correcto de la ecuación ESG”, concluye Schalka.